Para nuestra familia, Vivemás ha sido un soporte muy grande en la vida de nuestra madre. Ella asiste diariamente a sus clases y allí se siente respetada y valorada, en un ambiente que le brinda la posibilidad de seguir aprendiendo y fortaleciendo su cuerpo y su espíritu.

Vivemás para mi mami fue un salvavidas. Ella vive sola y antes de encontrar el club estaba deteriorándose física, emocional y mentalmente. Desde que ingresó a Vivemás, sus talleres se convirtieron en una motivación y un despertar. Como hijos, tenemos muchísimo que agradecer a este hermoso club y sabemos que vienen tiempos mejores porque todo lo hacen con cariño y excelencia.

El inicio de la pandemia fue complicado de sobrellevar para mi mami. Sin embargo, nos encontramos con Vivemás que se convirtió en una bendición. Su gran equipo empático, preocupado y amoroso se adaptó a la nueva realidad a través de la tecnología, permitiendo a los adultos mayores socializar, recibir charlas con personajes muy interesantes, hacer ejercicio físico y más. Se mantienen activos, disfrutan de ese espacio y eso les da una mejor calidad de vida. ¡Gracias, Vivemás!

Vivemás se ha convertido en un pilar fundamental en la vida de mis papás. La actividad física les ha ayudado muchísimo para mantenerse activos y las charlas son tan interesantes que asisten religiosamente. Han sido acogidos con gran cariño por los instructores y el resto de compañeros, con quienes han creado una gran amistad. Es un excelente club, muy recomendado.

Nada es más gratificante para un hijo que contribuir con la felicidad y desarrollo de un padre. Vivemás llegó el momento justo para que mi madre y yo establezcamos una conexión insuperable. Las clases le permiten aprender, socializar y aplicar estos conocimientos en su vida cotidiana. Ella es feliz y yo disfruto su felicidad.